Hasta el infinito y más allá.
"Now it's time to live the capsule, if you dare!."
David Bowie, Space Odity
En los últimos tiempos se frenó
considerablemente la inversión en la exploración del espacio.
Parece que una vez que los norteamericanos les ganaron a los rusos en
su carrera por la Luna, se perdió todo interés en las ciencias
espaciales. Se siguieron mandando algunas misiones, poniendo humanos
en órbita, pero la tecnología no evolucionó demasiado desde
aquellas épocas.
El espacio pasó a ser relacionado con
satélites de comunicaciones o telescopios de alta definición para
fines científicos, con el sólo objetivo del conocimiento, sin mayor
aplicación real.
Se podría decir que el proyecto de la
Estación
Espacial Internacional (ISS) es un gran proyecto, pero, a pesar
de haber logrado casi doce años consecutivos e ininterrumpidos de
presencia humana fuera de la tierra, no deja de ser con el fin del
conocimiento. No se entiende muy bien qué están haciendo ahí.
Indagando un poco a los expertos en el
tema exploración espacial, se surgen un par de aplicaciones que
quizás no son tan inmediatas para los que tenemos los pies en la
Tierra y no hemos estado más allá de los 10.000 mts de altura
alguna vez en algún avión.
Si hacemos un ranking de las posibles
funciones del humano fuera de la Tierra, creo que gana la idea de una
colonia extraterrestre con dos fines: expandir el espacio “vivible”
o escapar de un planeta que está por colapsar. Los optimistas
piensan que el lugar en la Tierra se está acabando y que no sería
descabellado pensar Marte como el sexto continente habitable, por
ejemplo. Los pesimistas, por otro lado, condenan que la Tierra va a
colapsar bajo un montón de smog, basura y calentamiento global y que
Marte no será el sexto continente sino será el planeta donde nos
deberemos apilar todos para empezar de nuevo.
En este camino, uno de los esfuerzos
más importantes los está llevando adelante DARPA, y es el 100
years starship que tiene como objetivo construir un sistema de
viaje interestelar para colonizar el espacio en los próximos 100
años. Este proyecto está coordinado por la agencia de gobierno pero
se apoya sobre privados y fundaciones que trabajan en conjunto.
Otras visiones menos apocalípticas
(también, quizás, más aburridas) hablan de ir a otros planetas o
satélites a explotar recursos. El inmediato es el agua. Sabemos que
en la Luna y que en Marte hay agua, en estado sólido, pero agua al
fin. Algunos laboratorios piensan en extraer el agua fresca de esos
lugares y quizás solucionar escasez acá. También, muchos esfuerzos
se están poniendo en tecnologías para minar asteroides. Extraer
recursos minerales de los asteroides sería una tarea limpia, no
afectaría ningún ambiente y traería riqueza y nuevos materiales a
la Tierra.
Una opción que no es para descartar, y
que es una de las más originales que escuché, es poblar planetas
por temas médicos. Imaginemos que una persona tiene dificultades
para moverse, algún mal en sus músculos o en sus huesos. Claramente
la gravedad le juega una mala pasada, ¿qué pasa si se va a vivir a
la Luna, donde su peso sería del 17% de su peso en la Tierra?
Establecer comunicación con otra raza
extraterrestre una vez que se haya concretado la comunicación
electromagenética, vía radio (ver el post anterior sobre vida ET) es otro motivo fuerte para
mover humanos hacia otros sistemas planetarios. Sin embargo, la
mayoría concuerda que al menos al principio, esto se hará
utilizando telepresencia. Esperemos que para esa época Skype ande y
que la no se pierda la mitad de la comunicación diciendo “¿me
escuchás?” o “¿seguís conectado?”.
Para cerrar, no puedo evitar dejar la historia del Major Tom.
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