El Curiosity llegó a Marte
Como estaba previsto y sin mayores inconvenientes, ayer
cerca de las 22:30 hs. horario de California, el robot Curiosity hizo pie en
Marte. La evento, sin embargo, comenzó mucho antes. El centro de investigación
y desarrollo más grande de la NASA, en Moffet Field, abrió sus puertas a las 17:00hs . El centro dispuso en su plaza central dos pantallas gigantes, un escenario y stands con
demostraciones para que la gente tome conocimiento de lo que iba a pasar.
Por cada pieza clave que lleva el Curiosity se armó un
puesto con expertos explicando qué tecnologías usaban, cómo se usaban y qué
intentaban descubrir. Entre los más importantes había puestos de astro
geólogos, astro biólogos y de técnicos explicando el sistema de protección y
aterrizaje y los dos laboratorios más importantes que carga este robot: el de
química y el de geología.
El sistema de protección y aterrizaje de esta misión era la
pieza clave. En ocasiones anteriores se habían utilizado sistemas más simples,
pero dado el peso del robot que amartizó en el día de ayer, debió ser
rediseñado. La innovación más importante es un paracaídas supersónico, hecho de
nylon y keblar (material que se usa en los chalecos antibalas). Al entrar en la
atmósfera marciana, el Curiosity tenía una velocidad de 21.000 kmh y debía
frenar a cero en poco menos de 7 minutos. Para eso, este paracaídas debía desplegarse
en el momento exacto y resistir las tensiones y las temperaturas extremas a las
que estaría expuesto.
Siguiendo con las innovaciones, el nuevo laboratorio de
química que porta permitirá reconocer cadenas de carbono, nitrógeno y oxígeno
que demostrarían que hay o hubo algún tipo de vida en el planeta rojo. Este
laboratorio tiene la capacidad de reconocer moléculas orgánicas y, a diferencia
de sus antecesores, puede diferenciar si dichas moléculas se deben a
actividades biológicas o no.
Finalmente, el laboratorio de geología porta un avanzado y
potente láser que puede vaporizar rocas para luego analizar la energía emitida
a través de un espectrómetro que permitirá dar datos precisos sobre el tipo de
minerales que forman el suelo marciano.
Más allá de lo técnico, lo importante de ayer fue el evento
en sí al que concurrieron miles de personas de todas las edades. Familias
enteras, científicos, estudiantes, todos esperando ver en vivo las novedades
que llegaban desde el centro de control. Cerca de las 22:00hs. fijaron la
cámara en el puesto de control y prendieron los contadores. El primer aplauso
fue cuando se confirmó que el sistema de comunicaciones, que había tenido un
problema hacía dos semanas, estaba de nuevo funcionando. Minutos más tarde,
cuando se confirmó que la nave estaba en posición para atravesar la atmósfera
se vivió el primer minuto de tensión ya que cuando esto sucede se cortan las
comunicaciones.
Finalmente, luego de esperar en silencio y viendo la cara de
los técnicos totalmente estresados en pantalla, comenzaron los aplausos. Se
confirmaba que se había abierto el paracaídas supersónico, que estaba frenando
como se había supuesto, que se había separado el robot guía de aterrizaje, que
el Curiosity estaba en tierra y, la ovación final llegó cuando se mostró en
pantalla la primera imagen tomada desde este nuevo robot. Muchos de los técnicos explotaron en lágrimas de la alegría al ver su sueño cumplido. Automáticamente y como marca la tradición de la NASA, todos
comenzaron a comer maníes para festejar. Como dijo el jefe de la misión "Let the science begin" (dejemos que la ciencia comience).
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